A los héroes y heroínas reales en la historia, mis más sinceros respetos y honores, y un agradecimiento infinito por sus actitudes.
De ahora en lo adelante estaré escribiendo como si estuviera hablando directamente con el lector, contigo, me permito tutear y no hablo en tercera persona porque quiero tomarme esto como una conversación muy personal. Pido disculpas si quién lee en estos momentos este artículo ya conoce sobre lo que aquí se expone, y practica una forma de corregir el hábito o acción que aquí abordamos, junto a sus consecuencias; de ser así soy feliz por ello.
Por circunstancias que muchos no quisieron reproducir con voluntad de hacer el mal, unido por maquinaciones actuales que sí tienen todo interés en hacer el mal; la actualidad lleva muy impregnada en su filosofía la idea del héroe o heroína, idea que no es mala en su semántica pero si en su búsqueda como meta o símbolo en la vida de cada ser humano. Donde hay un héroe es porque hay un mal, donde hay un héroe o heroína es porque ese mal no pudo ser enfrentado de forma satisfactoria por el universo circundante, esto quiere decir que por cada héroe o heroína habrá un cantidad desproporcionada de males, afecciones, dolor, desequilibrio, calamidad, etc. Entonces me pregunto: ¿Vale la pena tanto dolor y calamidad para que haya un héroe o heroína? Sí, lo enfoco de esta manera porque cuando cada ser humano piensa en cualquier momento de su vida ser un héroe o heroína, cuando genera esa energía y se visualiza siendo un héroe o heroína , está emitiendo una energía con poder de creación, de creación de una cantidad de mal, dolor y calamidades desproporcionadas con el solo hecho de verse a sí mismo convertido en héroe o heroína. No es lo mismo ser héroe o heroína por designio natural, universal o divino que visualizarse a sí mismo o desear ser héroe o heroína, mucho cuidado, constantemente estamos creando futuro con nuestros pensamientos, deseos, miedos, y cuanto más personas estén alineadas en un tipo de pensamiento, más poderosa y rápida es la realización del evento pensado, o temido, o anhelado.
Una noticia, película, discurso, imagen, vídeo juegos, doctrina, educación, conocimiento, etc., puede llevar a masas a crear realidades terribles; en mi opinión si vamos a crear realidades que sean de luz, de bien. Mucho cuidado, podríamos decir que un héroe en batalla es algo de luz, de bien, pero es que dejamos atrás un universo de calamidades provocadas por la batalla, todos los muertos en esa batalla, el dolor en sus familiares, los daños psicológicos y físicos a los que sobrevivieron, daños en la infraestructura de esos lugares, como la salud y sanidad, la alimentación, la educación, viviendas, energías, agua, todo para crear un héroe o o heroína, o pequeño grupo de héroes o heroínas ¿Creen que esto sea justo?
Sé que es más aburrido pensar o imaginar que las cosas sean apacibles, con amor, que no sucedan eventos que nos impacten, que no seamos reconocidos por grandes masas, sí porque quien sueña ser héroe o heroína sueña con ese reconocimiento, es más clamoroso para el héroe de este tipo, vengar mil muertes que agasajar mil nacimientos.
Pero es que también los que se idean héroes o heroínas tienen un problema de seguridad en estos eventos, como son tantas personas pensando o imaginando eventos o historias muy parecidas, cualquiera de ellos puede ser el héroe o heroína, pero resulta que también cualquiera, y con mayor por ciento de probabilidades, puede ser parte de esos tantos muertos o mutilados en el evento o proeza heroica de otro héroe o heroína.
¿Tienes la certeza de ser tú el héroe o heroína? Con seguridad de tu historia sí, pero en la historia de los demás no.
Incluso las probabilidades son mucho menores porque la cantidad de energías transmitidas pidiendo para sí el rol de héroe o heroína, junto a las intensidades de cada una de esas energías lo que tienen es un producto o consecuencia vectorial en los campos de fuerza emitidos en cada deseo, y en su interacción con las energías del universo circundante; en pocas palabras, la probabilidad de ser tú el héroe o heroína es tan infinitamente remota que roza el imposible, por lo que estarías, con tu anhelo de ser héroe o heroína, generando una realidad donde serás víctima de un conflicto donde tal vez haya un héroe que no serás tú.
Y lo peor de todo esto es que los que generan estas noticias, películas, discursos, imágenes, vídeos juegos, doctrinas, educación, conocimientos, etc saben todo esto que se ha explicado en los párrafos anteriores, y por supuesto lo hacen desde una situación de ventaja donde el producto de toda esta manipulación les conviene y los hacen los beneficiarios del resultado de todo este entramado de manipulación. Al final ellos son los que ganan, y los héroes o heroínas de nuestras historias solo serán cazadores cazados.
Personalmente hace mucho tiempo que ya no me imagino héroe en estas historias autocreadas, pero hace mucho tiempo si lo hacía, es que crecemos con esas doctrinas, aún en estos momentos me sorprendo de vez en cuando creando una de estas historias en mi mente pero ya las paro, detengo en ese momento e incluso hago un desmonte de lo pensado y genero una nueva historia con las mismas locaciones y personajes pero donde todo es paz, luz y amor, quitándome la etiqueta del héroe y poniéndome la etiqueta de un ser común a los demás de la historia.
Seamos héroes y heroínas en tiempo presente, en tiempo real, cuando las circunstancias, la naturaleza, el universo, Dios, nos convoquen serlo, y recuerden que hay muchas formas y maneras de ser héroes y heroínas, busquen en lo más profundo de su ser, de su conciencia, de su espíritu y ahí encontrarán cuáles son estas formas o maneras.